domingo, 5 de agosto de 2012

Nunca un amarillo sentó tan bien.

Nunca 45 horas de vicio fueron mejores.

45 horas de tinte, comida, alcohol, porros, un amarillo, una borrachera y, duele decirlo, amor.

Caricias, besos, pasión, sexo.

Dos noches y un día en el limbo. Un descanso de la realidad.

El nacer de una relación, a partir de de un no quiero que quedes con él, que siguió con un novio, novia.

Y continuará con...

No hay comentarios:

Publicar un comentario