martes, 19 de abril de 2016

Cuaderno de bitácora: 19/4/2016

El tiempo vuela, pero los tres meses restantes se me van a hacer eternos.
Mi vía de escape es el cuidado de las uñas y el pelo. Intento que las semanas pasen más rápidas pensando cuándo me volveré a lavar el pelo.

Me da miedo contar las semanas. Me da miedo que llegue junio.

El 21 harán cinco meses desde que estoy con René. Ese miedo de tener una relación se va sofocando cada vez más, en cambio, las dudas aparecen cuando Sailor Moon describe su amor por Tuxedo Mask. 

Intento mantenerme ocupada para que pase el tiempo. No veo el momento en el que por fin me vaya a vivir con René. Esto va en serio.


Hoy ha habido piscina, y he tenido que recoger a Clara del tenis. He hecho lentejas con arroz para cenar. 

Es Tastatur alemán me está confundiendo a la hora de escribir. Necesito ayuda. Estoy sufriendo una transformación.


Hecho de menos España. Cada día más y más y más. 

Pido ayuda encarecidamente. Aquí el invierno son 10 meses de 12. 


Yahoo weather dice que mañana hará sol. 


Voy a ver el mapa de la maratón del domingo. 

viernes, 4 de diciembre de 2015

Hör auf, Rene

Tres meses y un casi novio, esas relaciones modernas que se han puesto ahora y de las que yo parece que estoy suscrita desde el momento que mi relación más larga finalizó. Un año después y cuatro casi relaciones, comienzo a tomarme las cosas con calma.

-No preguntas de pasado
-Coger el móvil solo para usar Leo
-Cometí el error de hacer planes a medio plazo
-No te olvides de ti misma


No es mi novio porque yo no quiero llamarlo así. No se si él me considera eso, pero ya cometí el error de llamar novio a alguien demasiado pronto. Nos estamos conociendo, estamos quedando.



-No preguntes aún si su madre está muerta o le abandonó.

jueves, 22 de octubre de 2015

Necesito escapar

Mes y medio en Alemania.
Familia francesa.
Tres niños.


Caos.



Todo marcha bien de momento hasta llegan las dos semanas de vacaciones. Significa: todo el día con los niños. No tengo vacaciones.

Es jueves, casi ha acabado la semana. Pero son las 17:12 de la tarde y parece que el día no avanza.

Los padres no paran de enviarme mensajes al móvil. Maldito momento en que les di mi número.

¿Qué hacéis? ¿Cómo va todo? ¿Los niños bien? Haz esto de comer, haz lo otro, haz lo aquello.

Mi principal pregunta, ¿por qué me manda qué hacer de comer cuando te he demostrado a lo largo de un mes que soy perfectamente capaz de cocinar comida sana y riquísima que a tus hijos les ha encantado?

¿Estás siendo falsa conmigo y poniéndome buenas caras?

Incluso le molesta que grabe audios en el comedor. No entiendo nada.


Pero he llegado a esta conclusión. LAS MADRES SON LAS QUE MANDAN EN CASA.

Sí, se dice desde siempre pero no lo tienes claro hasta que realmente lo vives y te das cuenta de ello. En cierto modo es gracioso, pero por otro ellas no se dan cuenta de que tienen el poder y de cómo lo ejercen.



La cuestión es que necesito escribir y  escapar.

No siempre es malo, Ayer a Gabriel el cual es el pequeño, conseguí convencerlo de ir a la biblioteca. Magia pura.



Les he puesto hoy la película "The book of life". Ahora solo dicen "venga toro".

Y los efectos colaterales de ponerles "Pitch Perfect" es que no paran de cantar en todo el día "cups"






Me despido por el momento.

domingo, 10 de mayo de 2015

30 de abril

Estaba sediento. No sé cómo llegué hasta aquel lugar. No sé qué me deparaba el futuro, ni qué hacía allí. Únicamente podía pensar en que necesitaba una jarra de una cerveza helada, que apagara mi tirante garganta y me refrescara las ideas, despejara mi mente de los fantasmas que no dejaban de seguirme. Había perdido la cuenta de las semanas llevaba vagando como alma en pena. Pero todo cambio esa noche. Apareció inesperada, una luciérnaga que marcó el verdadero inicio de mi camino.

Otro día más, se me hace un nudo en la garganta al recordar aquella época. Cogí mi coche, cansada de todo. Cansada del día a día. La pérdida de tiempo que me resultaba hasta levantarme de la cama. Cuando llegaba el punto extremo en el que podía decidir acabar con todo, de algún modo encontraba las fuerzas necesarias de pintarme los labios y arrancar el coche. Una vuelta a la ciudad bastaba para despejarme, pero aquel día, Dios sabe qué ocurrió. Diría tenía que ser.
No recuerdo cómo llegué. Conduje horas, horas y más horas. No recuerdo las salidas, ni los giros, solo recuerdo el viento en mi cara, y las lágrimas volando libres cual gorrión. De un momento a otro oscureció, y como un espejismo apareció un mugriento antro llamado Buckardo, o algo por el estilo. Necesitaba emborracharme. Una breve inyección para mi pesadilla.
No recuerdo un lugar más repugnante, me senté al final de la barra, para disimular si alguna lágrima se atrevía a intentar escapar, siempre queda alguna traviesa que acaba superando la barrera de las pestañas. Es incómodo y hasta agobiante cuando te preguntan qué te pasa. Supongo que sentía que cuando necesitara ayuda lo sabría y daría el paso de hablar. Por el momento, tan solo quería estar sola.



Me hice camino entre motos desordenadas, y un resplandeciente impala, me sorprendió no ver más coches. No recordaba la última vez que vi uno de aquellos. Brillaba como no he visto nunca brillar un coche. Había luna llena. Eso sí lo recuerdo perfectamente. ¿Cómo no iba a recordarlo, a pesar de no ser lo más brillante de aquella noche? Llegué a la entrada y abrí la chirriante puerta de aquel lugar. Mis ojos no tardaron en acostumbrarse al interior, pues casi se estaba más oscuro dentro que fuera. Había dos o tres fuentes de luz y bajo una de estas pocas ahí estaba ella. Radiante pelo cobrizo recogido sin ningún orden, un caos contenido. Como todo en ella. Me quedé atónito, no era un lugar en el que esperaba encontrarme a una mujer, y menos sola, y por lo que parecía, frágil. Aun de pié, en la puerta, entorpeciendo el paso, quería recorrerla con la mirada, estudiar cada gesto y movimiento de cuerpo. Cada segundo era crucial. Mi mente seguía en esa cerveza helada, pero debía ser a su lado. La vida se ralentizó y tuve el valor de decidir sentarme a su lado en aquel mohoso taburete, en el momento en el que vi que giraba cuidadosa y disimuladamente su rostro. Supe que debía hacerle compañía cuando sus cristalinos ojos se cruzaron con los míos. Así, que allí fui. 

domingo, 12 de abril de 2015

Avui m'he alçat en ganes de parlar en valencià.

Estic malalta y el meu cap pensa en rima. Pot ser no sigen bones, però son meues. Pot ser escriga mal, me te igual, perque ningú vol parlar en mi. En valencià es clar.

Fa temps que no escric, i si llegiges açò, pot ser no avui, pot ser no demà peró se que algún día el llegirás. M'has fotut el meu futur amorós, espere que ho sapigues, i espere que et dones competer, que una persona a la qui li dius que l'estimes tant no li fas cosas com les que m'has fet a mi.


I després de tot el dolor que m'has causat, pense que encara t'estime, perque comviure en una persona durant tant de temps se t'oblida com es. Crec que contunie estiman-te... pero pense com eras quan anava a ta casa i... això de dormir tant, de estar de humor, dels teus ronquits... n'hi havien coses que de veres no soporte, i a vegades... pense que m'he llevat un pes de damunt en tu. Pero d'altres pense que me fal haverte perdut, pero no jo no t'he perdut, m'has perdut a mi, perque jo volia que estigueres sempre en mi, en el cami de la meua vida, i ara, després de tant de temps vols tonar?? No, jo ja m'he separat, mai més tornaré..

Si tu tens un mal moment, jo també, i cada un se les apanya com pot. Em va fotre quan te n'anares. Però sigueres tu el que va deixidir no tiendre'm en ta vida.


Pot ser no siga feliç ara, pot ser no supere el dolor que estic sentint, pero al menys se, que tu no tornaràs a fer-me mal. Per que encara que t'estime com a ningú, també t'odie com no he odiat a ningú avans.

Voldría que m'estimares tant com t'estime jo, però no et dones compter de qui es importante per a tu, i encara que en siga important, el aparte de la teua vida com si fos un mocador usat, perque sempre ha sigut tu el primer i no més tu.

I sas que? Seguix sent el no mes el primer, perque si d'alguna manera trobes alguna persona tan important pera tu com dius que el soc jo, et tornarà a deixar, i espere que et quedes a soles, com l'has estat sempre. Perque dubte que jo t'haja important tant como tu m'has importat a mi, I AIXÒ QUE MAI DES DE QUE ENS CONEGUEM M'HAS TRATAT BE.

Tu, tu, tu i tu.



I no t'oblidis, que després de tot, t'estime. I m'odie per estimarte.

8 años

Derramas dualidades e incertidumbres
Sobre papel
Duelen las entrañas
Ruidoso silencio en el modesto motel

Se afloja y hunde tu interior
Tu sonrisa sigue en pie
Del mismo modo tu mundo derrumba
Proporcionalmente ascienden tus pies
De forma involuntaria, todo al revés

Crees no merecer
Pierdes el control de la razón
Derramas sentimientos encontrados
Ocho meses después
Ocho de abismo
Ocho de duda
Ocho de lucha

Buscas la respuesta
De la pregunta retórica
¿Por qué tú insistes?
¿Por qué me derrites?

Corriente tan fuerte
Te acaba venciendo
No intentes mentirte
Tu vida es triste

Tu hijo has perdido
Y en sueños eres abandonada
Nadie comprende
Luchaste desesperada

Nada sirvió
Decidiste inmolarlo
Sacudiendo su alma
Oscureciendo la mirada
Su última y primera,
Amada.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Vivo a la deriva, no tiene nada sentido. Ando por una senda con centenares de caminos pero ninguno llega a ningun lugar.
Acabaré formando parte de la tierra del bosque de la inseguridad y abismo. Húmedo y frío.