Manipuladora emocional.

Esta semana se ha amanecido con tormenta.
Empezó a cocer el domingo cuando tuve que hacer tres viajes dos de ida y uno de vuelta, mi casa-estación con la maleta rota y pesando una tonelada.
El lunes me di cuenta de que había tirado dos carretes a color y no los pude revelar, por la tarde a hacer fotos con una comapañera de clase.
El martes, me coqué contra un coche o lo que digo yo, casi me atropellan. No fue nada, solo el susto y un morado en el dedo anular. Y me di cuenta de que lo que tenía en la comisura de los labios, no era una herida, era un herpes.
Hoy, miércoles, de momento no ha pasado nada.

Sumemos que discutí con mi novio el domingo y hasta el martes no se solucionó.
Que no he terminado un trabajo para mañana. Una lesbiana de mi clase me llamo manipuladora emocional.

Lo bueno que me ha pasado... El carrete que tiré el lunes me salió genial. Creo que podré entregar las memorias 5 y 6 de profundidad de campo y movimiento la semana que viene, casi me he aprendido la canción de cubs, con el vaso.