miércoles, 25 de julio de 2012

La noche es nuestra.

Recuerdo tiempos pasados, en los que escribía de desamor. 
Textos que ya han quedado estancados.
Textos que nacían de lo más dentro de mi.
Textos que ya no significan nada.
Textos que marcaron mi historia.

Porque... ¿de qué manera uno se desahoga mejor que escribiendo?

Oigo la puerta del edificio, alguien entra, o alguien sale. Son las dos y media a.m.  Y el silencio inunda toda una mitad de nuestro planeta. Éste duerme, descansa, toma un respiro para acoger el siguiente día que le espera. 

Y yo estoy despierta, porque no considero mayor placer que escuchar la calma. 

Amo la noche hasta que empieza a amanecer. Al asomar el primer destello de luz diurna todo un mundo de brujas desaparece. Ya no es lo mismo, porque todo empieza a despertar. Soy un ser que vive, ama, desea, siente, la noche. Sea donde sea, no hay mayor placer que el de tumbarse y escuchar, el silencio de quién no habla. Un silencio que te envuelve y abraza. Te arropa y te hace sentir que nada malo podría pasarte porque nadie más que tú está disfrutando de ese momento.

Una persona que no llegó jamás, ni lo hará, a compartir mi pasión. Y esa persona, la cual poco a poco abandona un rincón de mi corazón, y a la que le he dedicado demasiado tiempo, a mi pesar, ha protagonizado, si no todos, la gran mayoría de mis textos, y nunca dediqué ni uno solo a lo que realmente me hace sentir plena.


La B.S.O de toda noche debería ser http://www.youtube.com/watch?v=uG72kdzY6po. (Reach Out- Big Boss Man)
Los vampirillos y vampirillas saben a qué me refiero.

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