Juernes.

26/07/2012

17:40     Una joven sale en direccion a comprar una libreta, un boli y tipex. Cuando por fin lo tiene todo, anda despreocupada hacia el supermercardo. Con la mirada perdida en el infinito, sumida en el sonido de la música. Se dirije hacia la seccion de bebidas alcoholicas, con la esperanza de olvidar todo lo que pasa a su alrededor, esa noche de jueves. Se fija en el detalle de una cerveza en especial. La última vez que pasó por ahi no la vendían. Se acuerda de la persona que dio nombre a este blog. Duda si comprar una o dos... Esta de oferta... Pasa de largo. Compra una litrona de Mahou y va a la caja. Al salir del supermercado se siente obsevada, pero satisfecha por lo que acaba de hacer. Piensa que por todos los medios se va a emborrachar esa noche. Entra por casa y esconde la cerveza entre los pimientos para que su madre no se entere de lo que va a hacer esa noche.

Travesura realizada. Y vuelve a la mesa a estudiar historia como una buena y angelical hija. Y es que hoy es su santo. Ella es pura, casta y jamás peca. O eso creen los demás.

22:03      Habiendo llegado la compañera de fiesta, y estando un rato editando este blog... la joven marcha a arreglarse, se suelta el pelo, pantalón bombacho, camiseta de tirantes y zapatillas de punta blanca. Durante unos largos diez minutos busca si reproductor de música para cantar cuando perdieran el conocimiento. Acto nulo porque no apareció hasta la mañana siguiente. Coge un pedazo de pizza para cenar, y mientras su madre está hablando con un amigo por el móvil, coge el litro de cerveza escondido entre los pimientos.

Las tres muchachas se hablan por la calle hasta llegar al parque de en frente del Durango. Nuestra protagonista, cena un trozo de pizza y medio melocotón mientra se pone a punto con la cerveza en mano, compartida por su amiga.

23:00     Entraron al susodicho pub, se pidieron dos Desperados y parlotearon un par de minutos con el Barman.  Comenzaron a beber, y ese fue el principio de su primer y fantástico Juernes.
Poco a poco la risas eran cada vez más comunes. El baile nacía de sus venas. Y el mareo y las eses eran cada vez más y más evidentes.
-¿Otro desperados?
-¿Ya? Esperate un poco.
-¿Por qué?
-Vale, vamos.


-Ricardo, ¿te puedo pedir una canción?
-¿Cuál?
-"La carta" de "Héroes del silencio"
(Aunque la noche acabó sin que sonara, porque ... no hay Héroes del silencio en el Durango, en cambio sí sonó "Are you gonna be my girl")


Final de la segunda ronda, y última para nuestra protagonista.

-¿Un chupito de tequila?
-¿De tequilaaa?
-Ricardo, ¡¡dos chupitos de tequila!!
-¿Dos de tequila? Muy bien. Se me han acabado los limones. Bueno quedan dos. Voy a por más limones.


Los detalles son difusos. Ahora ella solo tiene recuerdos efímeros. Sabe que jugaron a la diana y que bailaron "Are you gonna be my girl". Pero... la joven, después del primer incidente en el baño ya no recuerda muy bien. Sabe que en el segundo se quedó en el suelo. El tercero fue en el baño de caballeros, y el cuarto durmió no recuerda cuánto tiempo en el suelo del baño. Medio dormida habló por el móvil con un amigo, y le dijo que le quería. A otro le trató de enviar un mensaje, pero no acertó con el número. Después del cuarto, al salir del aseo, se encontró con una cuantiosa cantidad de gentes. Sus dos amigas estuvieron hablando con ellos mientras ella estaba reflexionando sobre la vida, filosofando por el devenir de los tiempos...


03:00       Era hora de irse. No recuerda quién se lo dijo. No recuerda donde estaba. No recuerda cómo la gente salió del pub, ni recuerda a nadie fuera de él. Su bolso, lo llevaba la segunda amiga. La primera, no estaba en sus cabales. Móvil, llaves, cartera, tabaco... (No, tabaco no. Hace mucho tiempo que el tabaco ya no está en la lista, pero queda en el subconsciente después de 8 meses. Esa lista siempre va a ser así. Siempre va a quedar el tabaco.) Todo estaba bien, no falta nada. Andan sin rumbo por el parque con los nuevos amigos que acaban de conocer. Quedan para comer una paella el sábado, pero es el típico comentario del momento de podríamos quedar algún día de estos. Me has caído bien. 


03:20    Su amiga ha perdido de tal forma los papeles. Ha besado a un desconocido, vecino de la primera... que olvida por completo que su hermano la está buscando con el coche. Nuestra protagonista corre hacía él.
Le hace gestos en medio de la calle, con la esperanza de que le vea. Gira la manzana. Para. La mira. Baja la ventanilla.

-Vicente. ¿Puedo entrar?

Éste le dice que sí. Ella sube y le dice han bebido y que su hermana no está muy bien. Ella ha vomitado, su hermana no. Ella le guía hasta un hueco cercano donde aparcar, y ella le dice que ahora trae a su hermana.

Ella la busca, le dice que su hermano está aquí. Se dirigen al coche y se van. Saluda su hermano con la mano, y desaparecen por la esquina.

La otra amiga, y ella vuelven a casa.



Las tres recordarán este día como "Juernes, nuestro primer y espectacular Juernes"
Y es que fue totalmente improvisado, y no pudo haber salido mejor.