martes, 5 de marzo de 2013

No.

Son fallas. Y la semana de magdalena.
La televisión está encendida. No hace buen tiempo, a pesar de que esta época del año ella la recuerda como la mejor temperatura. Va a llover. Anoche llovió. Escribe desconcentrada, corrige las faltas de ortografía. Espera a que vibre el móvil. Pero no lo hace. Quiere comer. Pero aún no es la hora. Piensa en la pasada tarde, y en la pésima pasada noche.

Mira sus uñas. Hay que pintarlas. Pero sobre todo está concentrada en... Nada. Piensa en todo, pero en nada. Lo único que quiere es no volver. No quiere volver al zulo. A las cuatro paredes. Quiere viajar en el tiempo. Acabar donde le lleve.

Ella no entiende lo que pasa día a día. Ella asiente pero prefiere desconectar más aún de la vida. Jugando al solitario, o leyendo libros infantiles. Su familia la rodea, oye, pero no escucha. No entiende. Multas, dinero, SS. Está perdida, ella quisiera penetrar en un agujero y no salir hasta que todo se solucionase. Todo se escapa de su entendimiento. Su cuerpo es de mujer, pero su mente se ha detenido años atrás.

¿Por qué el mundo va más rápido que ella? ¿Por que el mundo no puede esperar hasta que consiguiera alcanzarlo?

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