jueves, 6 de junio de 2013

- ¿Eres morena?- preguntó él, siguiendo las órdenes de un aburrido descerebrado

Algo extraño me ha sucedido esta tarde cuando, tumbada en la cama con mi novio, veíamos la tele.
Noto que el móvil me comienza a vibrar, descuelgo el teléfono y oigo esto:

-¿Eres morena?

La conversación ha evolucionado con el chico diciendo que tenía fotos mías desnuda en un probador, y que se masturbaba con ellas.

He de suponer que ha sido una broma pesada, no sé de quién, ni por qué lo ha hecho, pero todavía sigo pensando, que a estas alturas, y con la edad que tenemos, ¿quién anda por ahí haciendo bromas pesadas como esa?

Sospecho de alguien, pero no quiero acusar, ya que no lo sé a ciencia cierta.



Mi conclusión es, quien quiera hacerme alguna broma, que al menos de la cara y que se ria en mi cara. Quien sea que me haya llamado, no es más que un cobarde.

Ya recibí hace un par de años otra llamada de alguien que exigía que pagara el dinero de una droga, de la que yo no sabía nada, que pagara en nombre de "un colega" del que no me quiso dar el nombre. A causa de esta llamada, cambié la cerradura de mi casa, por si las moscas.

Pero tras estas dos llamadas, me cansa que la gente me amenace. Tan solo por pasarlo bien.